¡Hola a todos!
En el verano de 2013 pusimos rumbo a Centroeuropa para visitar las capitales de Eslovaquia, Austria y la República Checa. Bratislava, Viena y Praga nos recibían en uno de los veranos más calurosos desde que se tienen registros en estos países.
Aquí estamos con el Castillo de Praga y el Puente de Carlos al fondo.
Te explicaremos cómo nos desplazamos en tren y utilizamos el Danubio para ir de Bratislava a Viena. Recordaremos también la anécdota que nos pasó con el tren entre Praga y Bratislava, ya que tuvimos que bajarnos en un pueblecito llamado Brêclav, en la misma frontera, porque nuestro tren… ¡era otro!
Fue nuestra primera andanza a través de las rutas ferroviarias que atraviesan Europa, y quedamos tan contentos que un año después repetimos para visitar Budapest, Zagreb y Ljubljana. Vamos a contarte cómo reservamos los billetes de tren y cómo puedes hacer para que te los envíen a casa.
Praga fue un buen final para nuestro viaje por Centroeuropa y al que no nos importaría escaparnos un fin de semana en cualquier momento. Para que durante tu estancia tengas esos momentos especiales que luego gusta recordar, te explicaremos algunas que puedes hacer como:
- Intentar descifrar el funcionamiento del llamativo el reloj astronómico.
- Adentrarte en el Callejón de Oro y ver sus pequeñas casitas.
- Cruzar el Puente de Carlos mientras te vigilan estatuas a ambos lados.
- Entrar en el Castillo antiguo más grande del mundo, mientras imaginas cómo sería la vida hace siglos.
- Pasear por sus calles y comerte un dulce Trdelnik recién hecho.
- Beber cerveza en uno de los países donde está más barata, y que te la traigan en tren.
Tres ciudades llenas de historias, cultura y muchas cosas que hacer.