Chile y Perú 2018 – Día 12
¡Ya estamos en Perú! De vuelo a vuelo y llegamos a Cusco.
¡Hola a todos!
Por fin, tras tres vuelos, tres controles de seguridad, tres recogidas de maletas… estrenamos otro país. Bienvenidos a Perú.
Teníamos un poco de miedo por si no nos daba tiempo a coger todos los vuelos. Pero sin problemas. Y eso que teníamos que salir y entrar cada vez que aterrizábamos. Pero muy muy bien. Hasta hemos podido ponernos en modo avión y echar una cabezadita en alguno de los aeropuertos.
Aunque era de noche, las vistas de la ciudad desde el aire han sido geniales, ya que se notaba claramente el valle en el que se ubica. Un taxi ya estaba esperándonos en la puerta.
Por cierto, aquí sí que se ha notado el cambio de temperatura. Hola invierno.
De camino al hotel se ha hecho de día y no eran ni las 6:00. Los edificios, monumentos y montañas nos iban enseñando sus primeros colores.
El hotel la verdad es que nos ha encantado. Y encima se han portado muy bien con nosotros, ya que nos han dado una habitación nada más llegar. La entrada es a las 12:00 y nosotros hemos llegado a las 6:00.
¿Y qué hemos hecho? Dormirrrrrr. Qué cama más acogedora, jajaja. Además del cansancio acumulado, queríamos descansar para evitar el mal de altura. Al no estar acostumbrados a estas alturas (3400 metros), se pueden sentir mareos, dolores de cabeza, náuseas…
Tras una siesta de casi cuatro horas y con un ritmo pausado en todo momento, damos nuestros primeros pasos por Cusco, tomándonos previamente un té de hojas de coca que también sirve para prevenir y curar el mal de altura.
La plaza de armas, sus calles adyacentes, la piedra de los 12 ángulos, los balcones de madera, los semáforos súper originales, los carteles de las calles, las telas de colores… fantástico.
Hemos pasado también por el Mercado de San Pedro, lleno de tiendas de frutas, carne, flores, panes, chocolate, y muchos sitios donde comprar recuerdos… de los cuales Carolina ha dado buena de ellos jejeje. Pero ha dejado cosas para los siguientes turistas, no os preocupéis. Y siendo pelucheros como somos… han caído unos peluches de unos animalitos llamados Cuy.
En el Mercado, también hay pequeños puestos con banquitos en los que comer. Y en uno de ellos hemos comido unos ceviches riquísimos y baratísimos. Además, el dueño, Lucho, nos ha invitado a dos “leche de tigre “, que según nos ha explicado es el jugo resultante de preparar el ceviche. Hemos comido por menos de seis euros entre los dos.
Hemos pasado también por el Mercado de San Pedro, lleno de tiendas de frutas, carne, flores, panes, chocolate, y muchos sitios donde comprar recuerdos… de los cuales Carolina ha dado buena de ellos jejeje. Pero ha dejado cosas para los siguientes turistas, no os preocupéis. Y siendo pelucheros como somos… han caído unos peluches de unos animalitos llamados Cuy.
En el Mercado, también hay pequeños puestos con banquitos en los que comer. Y en uno de ellos hemos comido unos ceviches riquísimos y baratísimos. Además, el dueño, Lucho, nos ha invitado a dos “leche de tigre “, que según nos ha explicado es el jugo resultante de preparar el ceviche. Hemos comido por menos de seis euros entre los dos.
Ya tenemos también el “Boleto Turístico del Cusco” para poder acceder a algunos sitios arqueológicos, museos y monumentos. Este boleto es válido para diez días y es intransferible.
A las 18:00 teníamos que estar en la iglesia de San Francisco. Pero antes un pequeño descanso para tomarnos unos zumos (o jugos como que les llama aquí) y una parada breve en el hotel para dejar lo comprado.
Sergio, de la empresa Yana Free Walking Tour, nos ha hecho un recorrido por Cusco que ha sido sobresaliente. Además hemos tenido la suerte de que sólo estábamos nosotros dos. Ha estado muy bien porque mucha de la información no es lo típico. personajes históricos, significados de las calles, mucha información sobre el imperio inca, palabras en Quechua, detalles en las fachadas, cómo distinguir las diferentes épocas según las fachadas, calles que no se suelen visitar, leyendas y verdades, monumentos, lugares importantísimos para los cusqueños… se nota que le gusta lo que nos estaba contando. Y eso se agradece. Además, al final hemos podido conversar un poco más. Incluso sobre lo de la Isla de Pascua que os contamos el otro día. Lo recomendamos al 100%.
Cerca de donde hemos acabado el Free Tour, había un puestecito en el que dos señoras estaban haciendo unas brochetas. Nos hemos acercado a ver, porque realmente olía bien y nuestras barrigas solicitaban atención. En ese momento una pareja de Lima, Mónica y Mario, nos han leído la cara y nos han explicado lo que era: anticuchos. Nos han recomendando que para la noche era mejor pedir los de pollo. ¡Nos han sentado genial! Estaban bien ricos. La carne súper jugosa y en la parte superior de la brocheta había una papa. Además, nos han contado más platos típicos que no debemos perdernos y otras curiosidades… como que hay dos mil tipos de papas (patatas).
Muchas gracias a los dos por ese ratito, sois geniales.
Y ahora sí, satisfechos en información y en alimentación volvemos al hotel, pasando de nuevo por la plaza de armas y fijándonos en nuevos detalles que hemos aprendido esta tarde.
Mañana dejamos Cusco, pero regresamos en unos días. Quedan menos de 48 horas para otro gran momento.
¡Hasta pronto!